Cerro del Cabezuelo o “Pirámide de Cañete”

El origen del hallazgo

En 2015, Manuel Abril, un aficionado local a la arqueología, comenzó a excavar sin permiso en el yacimiento del Cerro del Cabezuelo, a menos de 3 km de Cañete. Encontró restos como una moneda íbera, fragmentos de cerámica romana, una lasca de sílex y parte de un abalorio.
Se centró en la cima de la colina, donde excavó y halló tres escalones en forma de terrazas, lo que le llevó a teorizar sobre una estructura piramidal con hasta unos 20 escalones.

Según Abril, esta estructura podría haber sido utilizada como un reloj solar prehistórico, ya que, durante los equinoccios, la puesta del sol desde el cercano pico “Cabeza de Don Pedro” se alinearía con la supuesta pirámide.

Críticas de la comunidad arqueológica

El trabajo de Abril generó indignación entre arqueólogos y administraciones, ya que realizó excavaciones en un yacimiento protegido sin licencia. Este enclave está registrado desde 2004 en el Inventario de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha, dentro del Plan de Delimitación del Suelo Urbano de Cañete, y en la Carta Arqueológica Patrimonial del municipio.

El Colegio de Arqueólogos de Madrid criticó al programa Cuarto Milenio por glorificar esta actuación, calificándola de expolio.

Interpretación oficial y estudios recientes

Un informe arqueológico realizado entre septiembre y octubre de 2022 por el Ayuntamiento de Cañete concluyó que el sitio no es una pirámide, sino una estructura defensiva o fortificación utilizada desde época prerromana hasta la Edad Media. El Cerro del Cabezuelo presentaba varias plataformas o terrazas artificiales reforzadas con muros de contención (algunas ciclópeas), conformando un asentamiento de difícil acceso pero con buena visibilidad del entorno.

Cerro del Cabezuelo o Pirámide de Cañete
Cerro del Cabezuelo o Pirámide de Cañete – Foto: escapadarural.com

Un análisis más reciente corrobora estos hallazgos: se detectaron cuatro plataformas rectangulares delimitadas por muros de piedra y con una extensión aproximada de 2.400 m², que habrían servido como hábitat, control del territorio y vigilancia de la vía romana cercana.

Conclusión general

El Cerro del Cabezuelo es un monte natural que fue modificado con terrazas artificiales, probablemente para reforzar su valor estratégico.
La idea de que sea una pirámide es sensacionalista y no respaldada por la arqueología profesional.
Fomentar su conservación y difusión como patrimonio podría ser una buena oportunidad turística y cultural para el territorio de Tierra Galana.