Santa María del Val: El balcón más bonito de la Serranía de Cuenca
Cómo llegar a Santa María del Val
Desde Cuenca capital (~ 25 km), la mejor opción es tomar la CM‑210 hasta Cañizares y después la CUV-9031 pasando por Lagunaseca y Masegosa; la carretera es sinuosa y ofrece bonitos paisajes kársticos.
También es accesible desde la Hoz de Beteta y el Nacimiento del Río Cuervo, ideal integrarlo como ruta combinada. No cuenta con transporte público regular: lo más práctico es el coche.
Entorno y naturaleza
El pueblo se ubica junto al río Cuervo y a los pies del embalse de La Tosca, formando un paisaje de aguas claras y paredes calizas por las que vuelan buitres, águilas reales, milanos e incluso cabras montesas.
Rodeado por un entorno de riscos, valles boscosos y amplia fauna (ciervo, gato montés).

Qué hacer y ver en Santa María del Val
Naturaleza y senderismo
Disfruta del embalse de La Tosca: ideal tanto para pasear por su orilla como para disfrutar del paisaje tras el deshielo.
En los alrededores, rutas moderadas como el PR‑CU 92 (9‑10 km) o circunvalaciones breves que combinan bosque y río.
Cercanía a parajes protegidos como las Torcas de Lagunaseca y la Hoz de Beteta.
El balcón más bonito de la Serranía de Cuenca
Aunque no existe un mirador oficialmente denominado como “El balcón más bonito de la Serranía de Cuenca” en Santa María del Val, el pueblo goza de una localización privilegiada que ha sido comparada con un balcón natural por su belleza.
Ubicación entre riscos, río y embalse: El municipio está enclavado en un entorno rodeado por riscos calizos, a orillas del río Cuervo y del embalse de La Tosca. Esta combinación de agua, roca y vegetación le confiere un carácter de mirador natural desde el propio pueblo.
Belleza “de postal”: La Guía Repsol señala que las vistas que ofrece el pueblo son como una estampa de postal, destacando especialmente el entorno dominado por el río Cuervo y el embalse.
Fauna y entorno excepcional: Desde Santa María del Val se pueden avistar águila real, cabra montés, ciervos y buitres leonados entre las laderas y riscos cercanos.
Relatos de visitantes: Blogs y páginas de turismo describen un ambiente que te deja «con la piel de gallina» al descubrir este rincón desconocido de la Serranía.
¿Qué elementos podríamos considerar como un “balcón natural”?
Las laderas y riscos que rodean el pueblo: Los elevados encuentros geológicos sobre el valle actúan como plataformas que ofrecen excelentes panorámicas desde distintos puntos del pueblo.
La orilla del embalse de La Tosca y el curso del río Cuervo: El agua refleja el paisaje rocoso circundante y amplía la sensación de amplitud y belleza.
Entorno de quietud y naturaleza viva: Pasear por las calles, llegar a la plaza, subir a la ermita del Santo Cristo o recorrer la calle Olmo permite contemplar el valle en calma, con vacas pastando, corrientes tranquilas y un cielo limpio sobre los montes.
Un símbolo reciente: el olmo centenario renace
Más allá del paisaje, Santa María del Val ha protagonizado recientemente una historia emotiva: el olmo centenario, que fue símbolo del pueblo durante siglos, resucita de su propio tronco. Aunque el viejo árbol murió por grafiosis en 2012, los vecinos decidieron conservar su tronco como jardinera natural, plantando un olmo nuevo dentro, y otro retoño germinó junto al original. Este renacimiento se ha convertido en un símbolo de resiliencia y esperanza para la comunidad local.
Patrimonio y arquitectura
Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves (siglo XVI-XVII): portada con arco de medio punto, escudo con cáliz y flor de lis, torre robusta y bóvedas interiores. A destacar la capilla de planta rectangular.
Ermita del Santo Cristo (siglo XIX), sencilla y con encanto rural.
Calles empedradas y plazas con pilón y la base del antiguo olmo centenario, hoy renacido con retoños en su interior, símbolo de continuidad local.

Miradores
El Mirador de la Peña de San Felipe, en altura junto a riscos, ofrece vistas privilegiadas sobre el río y el valle.
Destacan también el Puente de San Felipe, bonito puente de piedra sobre el río Cuervo.
Dónde alojarse en Santa María del Val
Casa Rural La Olmeda, Casa Rural El Pantano y Hotel Rural El Valle ofrecen habitaciones en ambiente tranquilo, rústico y confortable.
Opciones también en pueblos cercanos como Masegosa o Lagunaseca, en casas rurales o apartamentos.
Dónde comer en Santa María del Val
El bar-restaurante local sirve cocina tradicional: cordero asado al horno de leña, sopa castellana, queso de oveja, postre de convento y buen vino de la Ribera del Duero.
Bar de La Mari, Bar El Rincón
En pueblos vecinos hay más opciones con especialidades de la Sierra conquense.
Servicios disponibles
Comercio local: pequeño supermercado, panadería, bar-restaurante y alojamiento rústico.
En Cuenca y Masegosa se encuentran servicios faltantes como farmacia, gasolinera o cajero.
Senderos bien señalizados, miradores y paneles informativos.
Fiestas y ferias populares
Fiestas Patronales en verano, con procesiones en honor a la Virgen del Val (virgen local), verbenas, actividades deportivas y populares que animan las calles.
También hay celebraciones en Semana Santa, con actos religiosos y procesiones locales.
En resumen
Santa María del Val es un destino ideal para conjugar naturaleza (río Cuervo, embalse, bosques, miradores) con patrimonio rural (iglesia, ermita, puente). Ofrece senderismo suave, gastronomía tradicional y ambiente auténtico. Con alojamientos acogedores, servicios básicos y fiestas con arraigo, es una joya poco conocida de la Serranía de Cuenca. Su emblemático olmo vuelve a brotar, al igual que el orgullo de su comunidad.